jueves, 26 de agosto de 2010

Quiero mi PSP



Hace unos meses, celebramos el cumpleaños de mi hermanito con una fiesta de Halloween en pleno mes de diciembre. Invitamos a varios de sus amiguitos y primos con edades comprendidas entre los cuatro y los siete años. Adornamos la casa con velas, telarañas y otras parafernalias terroríficas para crear una ambientación digna del castillo más lúgubre de Transilvania; incluso la comida causaba cierto terror, una tarta con forma de calabaza, ojos y gusanos caramelizados, sandwichs en forma de tumba (ayudó bastante el hecho de que fueran caseros, por lo mismo de la desorganización que dá la falta de hábito culinario)... Hasta escenografía y personajes habíamos ideado para que los niños vivieran una fiesta divertida, diferente pero, sobre todo, imaginativa.