Toc, toc ¿Quién es?

Me pregunto si estás ahí, si no vas a desaparecer ya que aún no puedo percibir tus movimientos, dicen que te mueves, que das volteretas, pataditas... Dicen, pero yo primeriza en estas cosas, me pregunto si es cierto... Quién es ese ser que aún no tiene nombre, rodeado de ambigüedad en su mundo acuoso, al que aún no puedo sentir pero al que imagino constantemente. Intento prepararme, leo, escucho, estoy atenta a tus señales, pero nada... Me cuestiono incluso sobre mi sensibilidad hacia ti... Será que no te presto la suficiente atención... Observo mi cuerpo en el espejo, está cambiando, pero aún no se sabe si es por glotona o porque tú estás dentro, para todos eres imperceptible, nadie me cede el asiento en el autobús ni en la cola del súper.

Sólo el sueño me dice que estás haciendo de las tuyas ahí dentro y, a pesar de eso, sí he sentido tu fuerza, tu presencia y tu voluntad primaria de alimentarte, cosas que nunca hubiera querido comer son tus preferencias, te imagino como un pequeño titiritero que abre la puerta de su casita y tira de mis cuerdas internas para que mis antojos sean notorios. He percibido también tu tendencia serena, pausada y constante, como de viej@ del mar, nos sorprendiste después de dos negativas, sobreviviste a un periplo entre continentes y vives en mi cuerpo aceptándome sin provocarme naúseas y otros achaques, como si tú me hubieras elegido a mí, a nosotros. Tu llegada ha sido un remanso de paz y sólo espero poder seguirte dando una casa armoniosa y confortable hasta que decidas abrir tus ojos.

Me gusta imaginar que llamo a esa puerta interior tras la que habitas.

Toc, toc...

-¿Quién es?

-Soy tu madre, la que está al revés. ¿Tú quién eres?

-Soy el extraño esperado, vivo aquí desde hace 4 meses, tu hij@.

Encantados de conocernos.