Conejo níveo:
No me muestres un país maravillado,
concédeme un valle y su río,
regálame un beso de asombro,
permíteme una sombra de estío.
Alicia de mis realidades:
No busques sonrisas albinas,
eternas y suspendidas.
Desconfía de entradas triunfales,
pasadizos escurridizos de disfrazadas elecciones.
Pétalos de realidad, sangre, sangras, duele.
Búscame, búscate, busquémonos en
esa boca-calle cerrada, palpitante e inconsciente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario